jueves, 14 de febrero de 2008

A 35 AÑOS DE LA MASACRE DE TRELEW DETIENEN A UN REPRESOR


--La noche del 21 de agosto de 1972, 16 guerrilleros que estaban detenidos en la base Almirante Zar de Trelew fueron muertos en las puertas de su celdas, en una operación del gobierno militar de Alejandro Agustín Lanusse que fue enmascarada como un intento de fuga masiva.
A 35 años del hecho, definido como la Masacre de Trelew, la causa sigue su curso, luego de haber sido reabierta en 2005 en el juzgado federal de Rawson a cargo de Hugo Sastre.
El magistrado tomó declaración a ex soldados y conscriptos, de esas declaraciones hoy surge el pedido de detención del ex marino Luis Sosa, jefe de Guardia el día del fusilamiento de los militantes.
Detalles del episodio se conocieron meses después de ese 21 de agosto cuando tres sobrevivientes de esta acción militar desestimaron la versión oficial, que de inmediato el gobierno defacto instaló en la opinión pública.
Se trató de un grupo de militantes de diferentes organizaciones armadas que estuvieron detenidos en el penal de Rawson y que una semana antes intentaron fugarse en un avión comercial y fracasaron en la operación.
Eran los años del gobierno militar del presidente Lanusse que prometía una apertura democrática sin fecha fija, en el marco deun país que se debatía en la violencia política y la esperanza de un cercano retorno de su exilio de Juan Domingo Perón.
El 15 de agosto de 1972, un primer grupo de jefes guerrilleros que incluyó a Roberto Santucho, Enrique Gorriarán Merlo, Domingo Mena, todos del ERP, junto a Fernando Vaca Narvaja (Montoneros) y Marcos Osatinsky y Roberto Quieto (ambos de FAR), lograron el objetivo de fugarse de la prisión y alcanzar un avión de línea de Austral y fugarse a Santiago de Chile.
El operativo había sido organizado por las tres organizacionesque coparon primero el avión apenas aterrizó en Rawson con hombres armados que venían desde Buenos Aires en ese vuelo.
En ese momento otro grupo ayudó a escaparse a los jefes guerrilleros del penal, quienes alcanzaron el avión y cumplimentaron con éxito la operación trasladándose a Chile donde el gobierno socialista del presidente Salvador Allende les dio refugio.
En cambio, el segundo grupo de 19 militantes que se escapó llegó después al aeropuerto y no alcanzó a tomar otro vuelo que, alertado por los hechos no descendió en ese lugar.
Los fugados llegaron al aeropuerto y tomaron como rehenes a un grupo de pasajeros y durante casi cuatro horas coparon el lugar e iniciaron las negociaciones con los jefes militares.
Al ver frustradas su posibilidades de conseguir otro avión para fugar, comenzaron las tratativas para una rendición y regreso al penal de Rawson, que incluyó al vicegobernador de la provincia, un juez y las cámaras televisivas de un canal local.
El capitán de corbeta Luis Emilio Sosa, a cargo del operativo, se comprometió con los guerrilleros a garantizar su seguridad y a cumplir con parte de sus exigencias, que incluían ser trasladados a una penal.
El grupo entregó su armas y se rindió. Eran 14 hombres y cinco mujeres, entre ellas Ana Villarreal, la mujer de Santucho que estaba embarazada.
Pero los jefes de la Armada no cumplieron lo acordado y en vez de llevarlos a la cárcel de Rawson los trasladaron a la Base Almirante Zar de Trelew.
Los militantes, entonces, vivieron una semana de tensión que tuvo su punto culminante la noche del 21 de agosto cuando fueron retirados de sus celdas -ubicadas en el subsuelo de la base- y fusilados en ese mismo lugar.
De ellos tres sobrevivieron milagrosamente pese a sus graves heridas, María Antonia Berger, Alberto Miguel Camps y René Haidar, quienes luego fueron los responsables de contar al verdad de los hechos, aunque años después murieron en el marco de la represión ejercida por la dictadura siguiente.
La versión oficial dijo que se trató de un intento de fuga y un tiroteo dentro de la base, aunque nunca se pudo explicar cómo los guerrilleros podrían haber alcanzado las armas.
A 35 años de esos eventos, la justicia dictó la detención del ex marino Sosa, quien vivió escondiéndose en los últimos años, desde que las leyes del Perdón fueron derogadas por el Congreso y se reabrieron cientos de causas contra los represores.

--Publicado en la agencia NA/21/08/07 -actualizado el 14 de febrero de 2008

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