lunes, 24 de diciembre de 2007

CHAPLIN Y GARDEL: LA PROFUNDA AMISTAD DE LOS DOS "CARLITOS"


El vagabundo del traje negro y el bigote burlón ya había conquistado al mundo cuando en marzo de 1931, su creador Charles Chaplin paseaba por Europa y conoció al argentino Carlos Gardel, durante un espectáculo en la ciudad francesa de Niza.

Los historiadores de ambas estrellas así lo certificaron en diferentes biografías oficiales y en la misma sintonía reconocieron una profunda afinidad entre los dos desde el primer momento.

Chaplin quedó maravillado por la voz del “mudo” y fundamentalmente por su carisma y, tras presenciar la actuación del cantante argentino, lo invitó a su mesa a compartir una botella de champaña.

Esa noche, en el “Palais de la Mediterraneé” en la ciudad de la Costa Azul se había reunido un nutrido grupo de argentinos para presenciar el debut en tierras galas de la orquesta de Julio de Caro, momento en el cuál llegó Chaplin acompañado por amigos, entre ellos el actor César Romero, años después reconocido mundialmente por su papel del “Guasón” en la serie televisiva “Batman”.


La noche se hizo larga, con relatos mutuos en francés, el idioma que ambos hablaban, y mientras compartían experiencias se dejaron rodear por bellas admiradoras que hicieron augurar una noche muy atractiva para ellos: dos mujeriegos empedernidos.


La fiesta continuó en una residencia de la Costa, donde la “protectora” de Gardel en Europa, Sadie Baron Wakenfield realizó una reunión para Chaplin y donde "El morocho del Abasto" le cantó acompañado sólo por su guitarra.


Chaplin, según cuenta una de las biografías de Gardel, quiso saber como era su imagen en Sudamerica y, el “Carlitos” argentino lo sorprendió con una frase en castellano que alguien tuvo que ayudar a traducir al inglés.


“Te metiste a todos los criollos en el bolsillo”, le dijo el “mudo”, una frase que cuando logro entenderla —varios minutos después— el creador de “Tiempos Modernos” recordó con simpatía por muchos años.


Gardel había intentado ya en Argentina y en Francia comenzar a hacer cine pero no había quedado conforme con su imagen en la pantalla, y en ese marco, le relató esa noche mágica a Chaplin que tenía para los próximos días “una prueba” para una película de la Paramount en Paris.

El genial bufo recordó años después que esa noche le “auguré mucho éxito en el cine a Charles y después con lo que hizo en Hollywood no me equivoqué”.


En un diálogo con uno de los historiadores de Gardel, Juan Carlos Ocaña, este reconoció que el encanto que despertó Gardel en Chaplin lo llevó a invitarlo a ser su huésped en su mansión de Los Angeles cuando el argentino se instaló años después para hacer su fulgurante carrera cinematográfica.

Chaplin poco podía entender de las letras de las canciones de Gardel, pero como músico que también era, tenía debilidad por las melodías de algunos temas, en especial “El día que me quieras”.


Algunos biógrafos de Chaplin cuentan que el actor fue uno de los mayores promotores de Gardel en Hollywood y que lo proponía para muchas de las fiestas de sus amigos, que en la década del treinta eran verdaderos bacanales de excentricidades, alcohol y sexo.


También que tenía pensado en algún momento comprar el contrato de la Paramount para llevarlo a su propia compañía “Artistas Unidos” para explotar más la imagen de “latino seductor” de Carlitos Gardel.


En julio de 1935, a días del trágico accidente que truncó la vida del mejor cantante de la Argentina, una periodista de una revista de Nueva York le consultó a Chaplin sobre Gardel.

“Siempre me impresionó hondamente. Tenía un don superior al de su voz y su figura y una enorme simpatía singular con la que se ganaba de inmediato el afecto de todos y de todas. Perdí a un gran amigo y el cine a una de sus figuras más importantes con mucho futuro”, dijo Chaplin sobre Gardel.

Otras de las coincidencias que unieron a ambos fue la fascinación que tenían por Francia y por Suiza, y fue en ese último país, el lugar que eligió Chaplin para vivir, primero su largo exilio de Hollywood tras escapar del marcartismo en la década del cincuenta.

Fue el sitio que optó para esperar su muerte a los 88 años, silenciosa, sin estridencias, la madrugada del 25 de diciembre de 1977, hace 30 años, la noche de Navidad, sin dudas una humorada más del bufo, a quien no le gustaba celebrar esta fiesta.
ROB/Publicada en Asteriscos.Tv


VIRNA LISI, EL AMOR ETERNO DE LUCA PRODAN


Luca Prodán tenía una fascinación increíble por la actriz italiana Virna Lisi, quien representaba la imagen más fuerte de Cinecittá, la gran meca del cine europeo y por donde el cantante, que marcó un quiebre en la historia del rock argentino, caminó en varias oportunidades.

Se había enamorado de ella en sus épocas de estudiante en la década del sesenta, en Escocia, donde fue remitido por el snobismo de sus padres que querían para el hijo mayor de esta familia bilingüe integrada por una italiana y un turco con ascendencia en la península, una educación de “alto nivel” junto a los príncipes de Gran Bretaña.

Ese amor platónico por Lisi, la mujer del lunar más sexy del mundo (pegadito a su labio inferior derecho), quien en realidad brilló por su belleza en el cine mundial pero no dejó para la posteridad ningún título inolvidable en la historia de la cinematografía, explotó definitivamente en la sierras de Córdoba en 1982.

Hacía ya dos años que Luca había llegado a Argentina, escapando de Londres y de su adicción a la heroína que lo estaba matando, en un periplo que incluyó la invitación que un ex compañero de escuela en Escocia, Timmy Mc Kern –que ya vivía en Córdoba— y luego sería el manager de Sumo.

Luca se refugió en las sierras cordobesas, sanó un poco su cuerpo y comenzó, primero con su música, luego con su poesía corrosiva y posteriormente con sus actitudes ante establishment para el rock nacional, a cambiar el “tempo” del sonido musical local de los ochenta.

Una tarde, tirados en el living de la casa de de McKern vieron en televisión una vieja película de Virna Lisi junto a Tony Curtis, “ El secreto de Santa Victoria” filmada en 1969, y allí, a miles de kilómetros de distancia volvió a explotar su corazón y al termino del filme compuso una canción para ella: “TV Caliente” (Virna Lisi).

Años después, en un reportaje que le hizo Roberto Pettinato, Luca contó: “Yo vivía en Córdoba, había muchas vacas, muchos perros, chivos, loros y palomas, pero no había muchas mujeres entonces. Estábamos viendo la película de Virna Lisi donde hace de enfermera y cuando terminó le dije a Tommy y Germán (Daffunchio): Me enamoré de Virna”.

“En realidad, fue la primera vez que dije hacía afuera lo que sentía por esa mujer desde hace mucho tiempo. Agarré la guitarra y compuse una canción”, agregó el líder de Sumo.

La canción se grabó de entre casa y recién se agregó en el segundo álbum de oficial de la banda “Divididos por la Felicidad” (12/9/86) que fue el que llevó al grupo a su momento de mayor esplendor, tras la salida del disco debut “Llegando los Monos” (1985) y el último con Luca en estudios, “Afther Chabon” (1987).

“Yo quiero conocer más a Virna Lisi. Ella es maravillosa. Déjame tocarte el cabello, mi nena. Sé que para ti soy un extraño y sólo puedo verte en un viejo film de TV”, dice en algunos de sus versos esta canción de amor que enorgullecía a Luca.

En sus años en Buenos Aires, y en especial de su fama de cantante, el “primer pelado famoso del rock” "curtió con muchas minitas”, como decía el mismo, en la búsqueda de sentirse querido y encontrar en la piel caliente de una mujer un momento para no recordar a la adorable Virna.

El alcohol, la ginebra, esa bebida de mala prensa, fue el camino de su declive personal. Ido, en sus últimos tiempos, ganado por la cirrosis se fue perdiendo en su propio laberinto.

Un laberinto donde inevitablemente surgían esas imágenes que también lo hicieron feliz cuando caminaba por las calles internas de “Cinecittá” y todavía soñaba con ser actor antes que músico.

Recordaba cuando era un niño extra de su padrino, el director Carmine Gallote, especializado en cine épico, de romanos, con infinidad de extras, y fue allí, según confesó años después, donde a los cinco años tuvo su primera erección.

“De urgencia fueron a buscar a una actriz muy joven de Estados Unidos y la subieron al avión como estaba vestida. Al llegar al estudio era una morocha terrible con baby doll, era Natalie Wood: Esa fue la primera vez que me excité”, fabuló.

El “Tano” se murió dormido, la madrugada del 22 de diciembre de 1987 en una casa comunitaria de San Telmo, no sin antes escribir una de las canciones que mejor dibujan Buenos Aires en el rock nacional. “Mañana en el Abasto”.

No la escribió la pluma intelectual de Luis Alberto Spinetta, ni la mirada bien porteña de Moris o Javier Martínez. Fue la de un “tano” que vivió siete años en esta ciudad, que era miope y hablaba un extraño “cocoliche.

Luca, se murió si saber, que su hermano actor, Andrea, viajaba en ese momento a Buenos Aires con un bien preciado: la foto autografiada para él de Virna Lisi, esa donde le decía que ella le agradecía su amor, y sin conocerlo, le mandaba un abrazo “dolce” para "Mio caro Luca”.

ROB/ (Publicada en Asteriscos.tv)

jueves, 20 de diciembre de 2007

A TRES DECADAS DE LA CARTA DE WALSH A LA JUNTA




El 24 de marzo de 1977 cuando se cumplía el primer aniversario del golpe militar, Rodolfo Walsh distribuyó una Carta Abierta a la Junta que significó una cruda radiografía de la situación que atravesaba el país.

Las terribles denuncias de Walsh, quien recorrió en persona todas las redacciones de los diarios buscando que se publique su solicitada -nadie lo hizo- tuvo una consecuencia directa: al día siguiente, el 25 de marzo, fue asesinado por un grupo de tareas luego de que se resistiera a su secuestro.

El grupo de tareas de la ESMA estaba integrado, entre otros,por Alfredo Astiz y, según las reconstrucciones posteriores intentó secuestrar al autor de "Operación Masacre" en el cruce de Belgrano y Entre Ríos.

En esa carta, Walsh realizó una investigación profunda y armó todas las piezas del rompecabezas de ese tiempo, ya que denunció que existían "15 mil desparecidos, 10 mil presos políticos ycuatro mil muertos".

A la vez describió la existencia de más de 7000 hábeas corpus presentados en la búsqueda de personas desaparecidas, sin resultado, y de 1200 ejecuciones de militantes "disfrazadas en supuestos choques entre subversivos y fuerzas militares".

La denuncia periódistica que Walsh intentó hacer llegar a la junta militar encabezada por el dictador Jorge Videla, avalada luego por otros testigos y denuncias posteriores, hablaba de"remates de guerrilleros heridos y detenidos en combates".

Por otra parte, recalcaba que durante ese primer año degobierno militar, en esos "enfrentamientos" los subversivos tuvieron "600 muertes, sólo 15 heridos, mientras las fuerzas militares (no sufrieron) ninguna baja", lo que , a su entender,daba cuenta de la existencia de ejecuciones sumarias.

En ese trágico año, también ocurrieron hechos como la desparición de adolescentes en la Plata en la jornada denominada"La Noche de los Lápices", y el crecimiento de la cooperación de países de la región con gobierno militares, con el fin dedesterrar cualquier foco de oposición civil.

En otro párrafo del texto histórico que este año cumplirá tres décadas, se menciona también las duras secuelas de laeconomía que durante ese primer año de gestión llevó a adelante el ex ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz.

Allí ya se menciona la destrucción del aparato productivo nacional, el crecimiento de las deudas con el FMI, el congelamiento de los sueldos y una inflación que crecía la ritmo del 400 por ciento anual.

En ese contexto, ya existían más de un millón de personas desocupadas y la Bolsa de Comercio se convertía en una ruletadonde se lograba más del 150 por ciento de ganancias con la especulación.

El relato de Walsh fue una radiografía cruda del golpe que seinició las 0:40 del 24 de marzo de 1976 un helicóptero de laFuerza Aérea retiró de la Casa de Gobierno a la ex presidenteMaría Estela Martínez de Perón.

El llamado Proceso de Reorganización Nacional fue el sexto golpe militar que sufrió el país en el siglo XX, pero no sería unomás, sino que se convirtió en un acto que fijó un antes y un después en la historia argentina.



ROB/Publicado en la agencia NA/Portal Asteriscos/ Diario Independiente La Rioja

miércoles, 5 de septiembre de 2007

A 35 AÑOS DE LA MASACRE DE MUNICH


La madrugada del 5 de septiembre de 1972, Europa fue el escenario del primer gran atentado terrorista impulsado una facción de guerrilleros árabes y que tuvo como escenario los Juegos Olímpicos de Münich, donde fueron asesinados 11 atletas israelíes a manos del grupo palestino “Septiembre Negro”. El secuestro y matanza como los deportistas judíos se anticipó en tres décadas a los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York y al atentado a la estación de trenes de Atocha en Madrid, hechos terroristas que conmovieron al mundo, en 2001 y 2004, respectivamente. La organización secreta palestina “Septiembre negro”, con lazos muy fuerte a la OLP de Yasser Arafat, y que operaba en Europa desde 1970, ideó y planificó el secuestro de los deportistas con el fin de realizar un canje de prisioneros árabes detenidos en cárceles de Israel, pero la forma en que se desencadenó el ataque hizo que el hecho terminará en una tragedia. Si bien la Villa Olímpica de Munich se encontraba sitiada de fuerzas de seguridad, el número de policías y militares no significaba que estos estuvieran preparados para ataques terroristas, sumado a una condición crítica de presión por estos juegos que se realizaban en la Alemania Occidental y que buscaban borrar el estigma del encuentro deportivo de 1936, en Berlín, que tuvo el fuerte signo del nazismo. A las cinco de la mañana de ese 5 de septiembre de 1972, un grupo de ocho terroristas con su rostros cubiertos de pasamontañas ingresaron saltando las vallas de dos metros de la Villa y se dirigieron con precisión militar a las habitaciones donde estaban los deportistas del Estado judío. Once de los deportistas lograron huir en el momento del asalto, mientras nueve fueron tomados prisioneros en sus habitaciones donde dormían. Las dos primeras víctimas fueron el entrenador de lucha, Moshé Weinberg, de 33 años, que llegaba de comer de un restaurante y el levantador de pesas Joseph Roamno, quienes fueron asesinados la intentar resistirse a la toma de rehenes. Las negociaciones fueron arduas y tuvieron como protagonistas al gobierno alemán, al presidente de Egipto y al gobierno israelí. Los secuestradores quieren un avión para llegar a un país árabe, y a las nueve de la noche salen de la Villa en dos micros que los acercan a dos helicópteros que lo esperan para el primer tramo de la fuga. Los nueve atletas van con sus manos atadas a las espaldas y con los fusiles apuntando a sus cabezas. Así llegan al aeropuerto de Munich donde un avión de Lufthansa lo espera solo con la tripulación en medio de la pista. Primero baja el líder del grupo, sube la avión lo revisa y ordena al resto que suba, cuando el primer grupo camina por la pista, se encienden potentes luces en el aeropuertos y dar comienzo un infernal tiroteo entre los secuestradores y los tiradores del ejercito alemán con poca preparación para este tipo de ataques. Allí mueren otros tres atletas y cuatro palestinos, mientras los restantes estaban divididos entre el avión y el segundo helicóptero. Reciben la orden de entregarse y antes de hacerlo uno de los terroristas escapa y tira tras de si dos granadas que convierten en una bola de fuego a la nave donde estaba el resto de los deportistas. Los juegos se enlutaron, hubo bandera a media asta hasta el final. En Tel Avid los cuerpos de las víctimas recibieron funerales de honor en medio del llanto de un país entero, mientras los atletas de otros países pero de origen judío, como la máxima estrella estadounidense, el nadador Mark Spitz –ganador de siete medallas doradas—es sacado de Alemania en medio de un fuerte operativo de seguridad. A partir de ese momento, por una iniciativa secreta de la primera ministro Golde Meir, se organizó un grupo de leite de la Mosad para dar con los paraderos y asesinar a cada uno de los integrantes sobrevivientes de aquel atentado. La caza duró más de una década y se convirtió en una seguidilla de muertes de dirigentes palestinos y luego de los, propios victimarios que de cazadores pasaron a cazados. Una historia cruda que fue magistralmente reflejada en la película “Munich” que dirigió en 2005 Steven Splielberg. ROB/Publicado por Asteriscos.TV

martes, 4 de septiembre de 2007

40 AÑOS DEL GOLPE A ILLIA, EL PRINCIPIO DE LOS TIEMPOS OSCUROS


Un palaciego golpe de Estado construido por una combinación de fuerzas militares y civiles provocó hace 40 años la caída del Gobierno democrático del radical Arturo Illia, cuyo derrocamiento inició un proceso oscuro y violento en la historia argentina.

Sin un disparo, la asonada cívico-militar que condujo el general retirado Juan Carlos Onganía hizo caer a un endeble gobierno que había accedido al poder dos años y medio antes.


Este golpe de Estado no fue antiperonista, como el gestado en1955 por la autodenominada "Revolución Libertadora", sino que atentó contra el sistema político - partidario en su totalidad y fue un preludio de los nefastos años 70.


La "Revolución Argentina" despertó con el alba del 28 de junio de 1966, aunque se gestó desde mucho tiempo antes, desde el mismo día que Illia ganó las elecciones con sólo el 25,76 por ciento delos votos.


Fue además uno de los gobiernos más cortos de la historia al durar dos años y ocho meses, sólo superado en ese sentido por la segunda gestión de Hipólito Yrigoyen de 1928 a 1930.


La situación de un país en pleno proceso de lucha interna entre peronistas y antiperonistas tuvo en el acotado período de gobierno del médico radical un capítulo clave para entender los años que vendrían después.


La decisión de proscribir al peronismo en las elecciones de 1963 desató el desbande de opción de buena parte de la población,que dejó un alto caudal de votos en blanco, el más alto de la historia argentina.


En medio de esa respuesta vertical a la determinación del líder del justicialismo, Juan Domingo Perón, tuvo también como escenario la disputa que desde el sindicalismo le hacía al viejo dirigente el metalúrgico Augusto Timoteo Vandor.


Bajo ese paragüas, el Gobierno de Illia estuvo acosado desde el principio y poco pudo hacer ante las presiones que llegaron desde los sectores militares y los grupos civiles indentificados con los bloques peronistas del Congreso y los sindicalistas.


A pesar de esta realidad, Illia -un dirigente radical nacido enPergamino pero formado políticamente en Cruz del Eje (Córdoba)-impulsó importantes cambios, que no pasaron inadvertidos por sus enemigos.


Impulsó un aumento del presupuesto de la Educación al 20 por ciento, anuló los contratos de las empresas petreoleras que se habían gestado durante el Gobierno de Arturo Frondizi y estableció una nueva Ley de Medicamentos que acotó el poder de los laboratorios extranjeros.


El Presidente aguantó los embates de cada uno de los sectores y hasta intentó frenar el avance de los militares y en esa línea buscó aliarse con un general democrático para promoverlo como jefe del Ejército.


De esa manera, Illia intentó con Carlos Caro frenar las ambiciones de Onganía, que desde su retiro de la fuerza, en diciembre de 1965, se convirtió en el "candidato de todos".


El golpe llegó, como era habitual en esos años, durante la madrugada del 28 de junio, con un militar avisando al Presidente de una decisión tomada y que no dejó posibilidad de réplica.


Illia, con una dignidad que aún se recuerda, increpó a los golpistas, los acusó de "cobardes e indignos" y se retiró por la puerta principal de la Casa Rosada, vitoreado por sus seguidores.


El radical fue uno de los presidentes más austeros de la historia, con una cotidianidad de hombre de pueblo, con costumbres de tomar mate con cualquiera en la Casa de Gobierno y de salir a la Plaza de Mayo a tomar el sol de la siesta.


Soportó con dignidad las ofensas a su figura y nunca se molestó con la prensa y sus opositores que llegaron a denominarlo"la tortuga", por su supuesto accionar lento en el Gobierno.


Lo que siguió después fue un Gobierno decidido a perpetuarse en el poder, a fuerza de bastonazos y represión, un sueño que a Onganía se le acabó por otro golpe, esta vez de sus propios pares militares.


ROb/ Publicado en la agencia Noticias Argentinas/Diario El Día/ La Gaceta de Tucumán/ Infobae.com; el 28 de junio de 2006

ILLIA-LAS COSTUMBRES DE UN PRESIDENTE DISTINTO


Las costumbres del ex presidente Arturo Illia fueron parte del sello de su personalidad, lo cual quedó demostrado durante el tiempo en que fue jefe deEstado con gestos y actitudes poco frecuentes.

El dirigente radical, médico de profesión, era un hombre inquieto que llegaba muy temprano a la Casa de Gobierno, dormía la siesta plueblerina y luego trabajaba hasta altas horas de la noche en su despacho.

También le gustaba salir de su lugar de trabajo y recorrer los pasillos de la Casa de Gobierno y, sin avisar, se acercaba a distintas oficinas oficiales y administrativas de la sede gubernamental.

Nunca perdió su mañas de médico de pueblo y siempre tenía una respuesta precisa para cualquier dolencia de sus colaboradores y sus recetas, más cercanas a las caseras, eran un clásico entre sus funcionarios.

En una oportunidad, Illia salía de su despacho para una cita oficial cuando se detuvo para observar uno de los granaderos que lo custodiaba y se quedó mirándolo fijamente.

El granadero estaba pálido y con signos de transpiración, por lo cual el Presidente le pidió que le sacara la lengua para poder revisarlo: "déjeme ver la garganta, mi hijo", solicitó Illia.

El conscripto se quedó paralizado y sin responder al pedido del jefe de Estado, por lo cual el oficial superior que acompañabala salida de Illia del despacho le ordenó: "¡Granadero, sáquele la lengua al Presidente!".

El joven, lleno de temor, no le quedó más que acatar la orden de su superior y le mostró la lengua al Presidente que detectó una angina y lo mandó a hacer reposo por 48 horas.

En otro oportunidad, durante un fin de semana frio y lluvioso,Illia se apareció de sorpresa en el sector de descanso de los granderos en la quinta de Olivos y se quedó, como tantas veces, a tomar mate y escuchar la historias que le relataban los hombres que tenían la responsabilidad de cuidarlo.

Sin embargo, hubo un día que una de sus actitudes causó temor entre sus custodios, cuando desapareció de su despacho y nadie lo podía encontrar en ninguna dependencia de la Casa de Gobierno.

El temor desapareció después, cuando alguien vio al presidente Illia en la Plaza Colón, detras de la Rosada, dándole de comer a las palomas.

ROB/Publicado en la agenccia Noticias Argentinas/Diario Popular/ 27 de junio de 2006

domingo, 2 de septiembre de 2007

EL DIA QUE PERON EMPEZO A MORIRSE




-Siete meses antes de su fallecimiento, el ex presidente JuanDomingo Perón sufrió una fuerte descompensanción que lo dejó alborde de la muerte e inició la cuenta regresiva que desembocaríacon su desaparición física, ocurrida el 1 de julio de 1974.

A sólo 40 días de haber asumido la tercera presidencia, el líder del partido peronista demostró la flaqueza de su salud, y ese hecho se transformó en una demostración cabal que Perón llegó al poder ya con su salud muy deteriorada.

La noche del 21 de noviembre de 1973, el carismático líder repitió un cuadro ya habitual en él, que incluía fátiga, falta de aire y dolores en el pecho, pero esta vez con una persistencia que no se podía superar con la medicación habitual.

La falta de atención médica frente a una urgencia como esta en la residencia de la calle Gaspar Campos 1075, en el partido de Vicente López, desnudó el descuido que sufría el presidente de la Nación, quien esa noche casi se muere.

Este hecho confirmaría tiempo después una verdad que nadie quería aceptar: Perón tenía su salud deteriorada y no podria hacerse cargo de las responsabilidades de un jefe de Estado.

El grave cuadro se materializó luego de un breve viaje de Perón a Montevideo y tras un acto a bordo de un portaaviones, que incluyó una jornada de viento polar y exigencia física con subidas y bajadas de escaleras dentro de la nave.

Cuando el ataque de produjo solo estaban en la residencia personal de Perón su esposa, María Estela Martínez, el ministro de Bienestar Social, José López Rega y el custodio personal del general, Juan Esquer.

La desesperación de López Rega e Isabelita al no poder hallar en su domicilio al médico personal del jefe de Estado, Pedro Cossio, movilizó a Esquer quien salió a la calle, a ciegas abuscar un médico para salvarle la vida a Perón.

El custodio se dirigió a la Clinica de Olivos y allí, dos facultativos internos del santorio pivado, Luis Gilardi y CarlosGalvagni, se dirigieron a Gaspar Campos.

En una rápida reacción, los dos médicos intentaron reamimar alveterano dirigente político de 78 años que estaba sentado al bordede la cama, inquieto, nervioso, con falta de aire y un dolor punzante en el pecho.

Perón ya había sufrido dos infartos anteriormente, y con varios episodios de anginas de pecho "con dolores intensos y espontáneos", según señaló en su momento otro de sus médicos de cabecera, el ex ministro Jorge Taiana.

Uno de estos hechos ocurrió el mismo vuelo de regreso de Peróna país, el 20 de junio de 1973, y que tuvo un agravamiento mayor luego de la tragedia de Ezeiza que afectó mucho al tres veces presidente de la nación.

Durante el vuelo, según revela Taiana -padre del actual canciller- en su libro "El Ultimo Perón", el cuadro fue superado, en el avión charter, tras hacer una ingesta de whisky ante la falta de medicación adecuada.

En esa noche calurosa de noviembre, Perón no llegó a dormirse cuando la presión en el pecho lo puso ansioso y comenzó a caminar por su cuarto sin que nadie pudiera calmarlo, y en ese estado de nervios lo encontraron los médicos Gilardi y Galvagni.

Con una presión por las nubes, y expectorando mucosa con sangre, Perón recibió una medicación de urgencia que luego de un largo rato lo estabilizó, aunque nunca se le pudo quitar la mascarilla de óxigeno que le colocaron desde el inicio del episodio.

La imagen, según los testigos de esa noche era patética:Isabelita lloraba sin otra reacción en un rincón del cuarto de la casona de Vicente López, mientras López Rega, de pie, sostenía la máscara de óxigeno mientras murmuraba palabras inteligibles.

Mientras los médicos del barrio actuaban y le salvaban la vida a Perón, un móvil policial trajo desde el Barrio Norte hastaVicente López a Cossio en seis minutos.

Cossio aprobó lo realizado por los médicos y según explicó luego en la historia clinica del ex presidente -que estuvo más de treinta años clasificada como documentos sin acceso- dijo que Perón sufría de "edemas pulmonares, trombosis aórtica y una notable cardiopatía", cuadros que empezaron a manifestarse a fines de 1972 en Madrid.

Perón, quien ya había sido operado de un cáncer de próstata en1971, tenía un cuadro de salud para su edad que no era muy aconsejable para una intensa actividad presidencial.

La especial situación política que vivió la Argentina en 1973 lo llevó a encabezar la lista del PJ en las elecciones de septiembre que lo consagraron como presidente por tercera vez en la historia.

Este hecho, ocurrido a pocos días de su asunción, provocó quedesde ese momento se le designarna tres enfermeras en forma permanente y el desplazamiento de una unidad coronaria móvil del Hospital Italiano a su casa.

Semanas después, por pedido de sus médicos (Cossio, Taiana yJorge Liotta) se mudó de la casa que tanto disfutaba en VicenteLópez a la Quinta de Olivos -lugar que nunca le agradó- para poder estar mejor atendido en caso de una urgencia.

A partir de ese 21 de noviembre de 1973, la salud del presidente fue en constante deterioro y tuvo una acelaración llamativa en los últimos dos meses de su vida que finalizó a las10:30 de la mañana del 1 de julio de 1974.

ROB/Publicado en la agencia Noticias Argentinas, 15 de octubre de 2006

Cuando Argentina sintió el escozor de la Primera Guerra Mundial



La certera bomba de un submarinoalemán, que dio en el blanco en un buque de bandera nacional, involucró hace 90 años a la Argentina en la Primera Guerra Mundialy puso en juego la histórica neutralidad del país en este tipo deconflictos internacionales.

El 4 de abril de 1917, el velero "Monte Protegido", de bandera argentina, con capitán y tripulantes de origen noruego (país que también era neutral en la Gran Guerra), fue alcanzado por un submarino alemán frente al archipiélago de Scilly, pertenciente alas Islas Sorlingas, al suroeste de Gran Bretaña.

El barco, que llevaba en su interior una carga de lino con destino a Rotterdam y había partido de Buenos Aires 20 días antes, navegaba por aguas de una zona de bloqueo impuesta por los alemanes desde el inicio de la guerra, en 1914.

Días después, en una zona muy cercana, fue hundido otro barco de bandera argentina, el "Toro", que llevaba carnes, embutidos yalimentos hacía Francia, en un incidente que tampoco tuvo víctimas fatales.

Cuando la información llegó a Buenos Aires, el presidente radical Hipólito Yrigoyen vivió una crisis interna que puso en juego la decisión de mantener la neutralidad en el conflicto armado y tensó las relaciones argentino-germanas.

La determinación del país de mantenerse fuera de la Primera Guerra fue asumida por el presidente Roque Sáenz Peña, quien murió el mismo año del inicio de las hostilidades (1914), y continuada luego por su reemplazante, el vicepresidente Victorino de la Plaza.

A partir de la llegada al poder del líder radical en 1916, la guerra ya estaba en su apogeo y con la participación de losEstados Unidos, que ingresó por la utilización de los alemanes de su nueva arma, los submarinos, que ya habían hundido varios barcos norteamericanos y provocado cientos de muertes.

Sin embargo, las buenas relaciones entre la Argentina y el Imperio alemán hizo muchas veces que los europeos buscaran que el país saliera de su neutralidad, para impedir el abastecimiento de productos alimenenticios a sus enemigos.

En el puerto de la capital argentina había estacionados cinco barcos mercantes de origen alemán a la espera de su carga de carnes, cueros y trigo para la Alemania en guerra, que fueron vigilados por una fuerte custodia del Ejército por temor a nuevos ataques de militantes socialistas y anarquistas.

La Argentina tenía tras su decisión de neutralidad un claro objetivo comercial, que era continuar con las exportaciones yaumentarlas a niveles inimaginables a raíz de la situaciónconflictiva de Europa.

El 10 de abril, el embajador argentino en Londres, Arturo Parker, hizo el reclamo correspondiente ante el Reino Unido y el 22 de ese mes el Gobierno argentino reclamó a su par alemán señalando que el incidente "ponía en tela de juicio la neutralidadargentina y las relaciones cordiales" entre ambos países.

En ese marco, se formulaba la necesidad de que Alemania extienda al Gobierno nacional un "pedido de disculpas y unareparación material".

A esas acciones diplomáticas se le contrapuso un clima hóstil que se vivía internamente, primeros en las calles de Buenos Aires y luego en los ámbitos del gobierno entre el oficialismo y la oposición.

La Policía debió reprimir a militantes -muchos de origen italiano, español e inglés, junto a socialistas y anarquistas-que asaltaron y destrozaron varios negocios céntricos de capitales germánicos y el reconocido Club Alemán, que fue saqueado.

El 22 de abril de 1917, el mismo día que el Gobierno argentino envió su protesta a las autoridades alemanas, una manifestación presidida por Francisco Barroetaveña, el socialista Alfredo Palacios, y el entonces nacionalista Ricardo Rojas, condenó el hundimiento del "Monte Protegido", exigiendo además la ruptura de vínculos con Alemania.

Un mes después hubo una nota de reparación por parte de los alemanes, el retiro de su embajador, cuestionado por la Argentina porque justificó el ataque, lo cual satisfizo a Yrigoyen, quien dio por concluído el incidente.

En 1921, tres años después de terminar la Primera Guerra,recién se hizo la reparación histórica cuando Alemania realizó el desagravio a la bandera argentina en un acto que se realizó a bordo del acorazado "Hannover", a cargo del secretario de Estado germano Luis von Simons, y del embajador argentino en ese país, Luis Molina.

ROB/Publicado en la agencia Noticias Argentinas, el 3 de abril de 2007

viernes, 31 de agosto de 2007

SEMANA SANTA - CUANDO ATENTARON CONTRA LA DEMOCRACIA



La acción planificada de un grupo de oficiales del Ejércitopuso en jaque hace 20 años a una Democracia que daba sus primerospasos luego de la oscura dictadura, con el levantamiento"carapintada" de Semana Santa de 1987.

El 16 de abril de 1987, el ignoto coronel Aldo Rico se sublevó con otros camaradas en el regimiento de Campo de Mayo y durante cuatro días mantuvo en vilo a la sociedad argentina con una velada amenaza de golpe militar, nunca confesada, pero que siempre estuvo latente por esas horas.

La motivación principal de esos militares que se levantaron a tres años y medio después del retorno de la democracia central elgobierno del ex presidente Raúl Alfonsín era intentar desactivarlos innumerables procesos judiciales que los acosaban porsupuestas violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.

Tras la sanción de la Ley de Punto Final, cuatro meses antes, que acotaba la investigación de esos hechos.La Justicia, que ya había condenado a las cúpulas de las Juntas militares, inició causas contra los oficiales de segunda y tercera línea que tenían denuncias en su contra.

La actitud intempestiva de los "carapintadas" -llamados así porque en su rol de comandos se pintaba la cara como en simulacros de combate- fue rechazada por gran parte de la ciudadanía que salió a las calles en forma espontánea en apoyo al sistema democrático.

En ese marco, se desarrollaron marchas diarias a partir delJueves Santo, que concluyeron con una gran manifestación, eldomingo de Pascuas en la Plaza de Mayo.

Esa tarde, el ex presidente Alfonsín viajó hasta Campo de Mayo para hablar con Rico con el fin de intentar superar esta crisis.Esta acción de los militares se llamó "Operación Dignidad" y tuvo como génesis la decisión del mayor Ernesto Barreiro de noconcurrir a una convocatoria judicial y recluirse en el 14 batallón de Infanteria de Córdoba, que fue el primer cuartel que se rebeló el 15 de abril.

Inmediatamente, desde Posadas, donde estaba cumpliendo funciones, llegó a Campo de Mayo el ex coronel Rico, quien con camaradas de promoción como Enrique Venturino, Arturo González yGustavo Breide Obeid, entre otros, coparon el tradicional regimiento.

En este contexto, el ex presidente Alfonsín consultó con el jefe del Estado Mayor, el general Héctor Ríos Ereñú, quien le garantizó al jefe de Estado que "todo estaba en orden" y habilitaba al descanso que se proponía el primer mandatario en la residencia presidencial de Chapadmalal.

Nada de eso se pudo hacer y ya en el mediodía del Jueves Santo la situación era compleja, con tres regimientos más que se habían plegado al levantamiento (Neuquén, Monte Caseros en Corrientes y Río Gallegos).

Con muy poca información propia, Alfonsín sólo tenía como aliado en las Fuerzas Armadas a la Fuerza Aérea, además de un servicio de inteligencia nulo.

Alfonsín le reclamó al titular del Segundo Cuerpo de Ejércitocon asiento en Rosario, Ernesto Alais, que llegara a Buenos Aires para reprimir la sublevación.El ex presidente creyó en el juramento a la Constitución nacional de Alais, pero no contó con el procediento "tortuga" que realizó el militar quien tardó -adrede- una eternidad en recorrerlos 300 kilómetros que separaban ambas ciudades.

En tanto, en Casa de Gobierno el clima de incertidumbre y sensanción de ataque a las instituciones se hacía cada vez más evidente, y en ese marco un grupo de dirigentes del "Alfonsinismo puro", entre ellos Leopoldo Moreau, Enrique Nosiglia, el secretario general de la presidencia, Carlos Becerra, y el diputado César Jaroslavky, conformaron el "comité de crisis".

Estos dirigentes, además, hasta se prepararon para un posible asalto a la casa Rosada y en la noche del sábado al domingo hasta se armaron ante esa posibilidad que se palpitaba inminente.

En ningún momento el gobierno radical intentó poner a los medios de comunicación en cadena nacional, pero en cambio, las radios y los canales desde sus propias programaciones fueron claves a la hora de convocar a la gente a salir a las calles a defender la democracia.

En ese escenario, el domingo pasó a ser un día clave y con el correr de las horas se palpitaba que una extensión de la crisis desataría una situación represiva muy grave.

Por ese motivo, el ministro de defensa, Horacio Jaunarena,había estado en Campo de Mayo más de cinco horas con Rico llegandoa un acuerdo para encauzar las demandas de los "carapintadas".

La masiva manifestación en la Plaza de Mayo -se calculó lapresencia de cerca de 100 mil personas- más las que se registrabanen el interior del país frenaron las apetencias militares de salira "sangre y fuego" a las calles, a la vez que trabó las negociaciones.

Cuando a las 15:30 Alfonsín estaba dispuesto a salir al balcón, acompañdo por dirigentes del PJ y de otros partidos, Jaunarena les informó que el acuerdo "se había caído" a último momento.

En esa circunstancias, el ex presidente decidió viajar él mismo a campo de Mayo para hablar con Rico, a pesar de losconsejos de sus allegados, que temían lo tomaran prisionero oinclusive lo mataran.

La charla duró casi una hora y media, y helicóptero mediante Alfonsín volvió al balcón de la Rosada para pronunciar el discurso que registró una de sus frases políticas menos destacadas: "Felices Pascuas, La Casa está en orden".

Sin ningún tipo de explicaciones sobre lo acordado con los militares sublevados, la muchedumbre sintió desazón y decepción por las acotadas palabras de Alfonsín, una situación que, se comprobó luego, no fue casual.

Con una rápidez asombrosa, dos meses después, el Congreso sancionó la Ley de Obediencia Debida, que cerró automáticamente todas las causas contra estos oficiales e hilvanó, junto a la Ley del Punto Final, un pacto de supuesta impunidad.

Nada desde allí fue igual para el gobierno de Alfonsín: ese quiebre con la sociedad se materializó con la derrota en las elecciones legislativas de ese año, y dos levantamientos más de militares, en enero de 1988, a cargo de Rico en Monte Caseros y en diciembre de 1988, con la toma del cuartel de Villa Martelli por parte de Mohamed Ali Seineldín.


ROB/ Publicado por la agencia Noticias Argentinas/Diario Popular, 17 de abril de 2007


SAUL UBALDINI, EL ULTIMO DINOSAURIO




-- La figura de Saul Ubaldini esta asociada a las luchas más fuerte del
sindicalismo argentino y su muerte marca a la vez el fin de una
etapa histórica del gremialismo nacional, con él también
desaparece uno de los último dinosuarios de la ortodoxia peronista.
Junto al fallecido líder de las 62 Organizaciones, Lorenzo
Miguel, el sindicalista cervecero luchó desde la CGT en la
década del 80, primero contra la dictadura militar y luego
abiertamente contra el gobierno de Raúl Alfonsín.
Sin dudas dos íconos de sus luchas populares pueden
establecerse, en puntos opuestos de la carrera de Ubaldini, la
marcha contra el gobierno militar realizada el 30 de marzo de
1982, a 72 horas de la recuperación de las Islas Malvinas y los
13 paros asestados al gobierno democrático de Alfonsín.
Resistencia y política, esos fueron los parámetros reales de
sus ocho años como conductor excluyente de la poderosa CGT que
manejó desde 1982 hasta 1990, hasta la llegada de Carlos Menem
al poder.
Militante peronista de plataforma sindical desde los años
60, ya en los 70 se fue posicionando en el gremio cervecero para
quedarse con el secretario general que no perdió por casi dos décadas.
En los difíciles años setenta, Ubaldini tuvo en José Ignacio
Rucci un modelo de dirigente sindical a imitar, y desde su
trágica muerte en 1973 a manos de los Montoneros, y la represión
posterior de la Dictadura comenzó a marcarse la piel con heridas
y golpes muy duros.
Luego de estar detenido, ya a fines de los 70, volvió a
militar desde la clandestinidad y empujado por su amigo Lorenzo
Miguel, y cierta liberación que lo militares hicieron de la CGT,
gestó un espacio de lucha en la central obrera.
Eran años de división entre los sindicalistas, y así como
Ubaldini y Miguel conformaron la CGT Brasil -más combativa-
Jorge Triaca y Armando Cavalieri estaban al frente de la CGT
Azopardo, más dialoguista con los militares.
En 1982, ya con Galtieri en el poder, Ubaldini buscó presionar
al gobierno con una marcha a Plaza de Mayo bajo la consigna "Paz,
Pan, Trabajo" que fue reprimida con dureza en la esquina de
Diagonal Norte y Suipacha.
Allí murió un obrero y quedaron más de una deocena de heridos
a la vez que todos los que encabezaban la manifestación fueron
detenidos.
El gobierno militar no podía permitir que estos sindicalistas
llegaran a la Plaza de Mayo, espacio donde tres días después si
dejaron abierto para que se colamara de una multitud que
festrejaba la recuperación de las Islas Malvinas.
La aventura militar tuvo como prier ejemplo la liberación esa
noche de los gremilaistas detenidos, que quedaron opacados en su
reclamo por el ambiente "nacionalista" de la gesta impulsada por
los integrtantes de las Fuerzas Armadas.
En el proceso previo a las elecciones de octubre de 1983,
Ubaldini encabezó junto a la Multipartidaria varias importantes
marchas y por supuesto apoyó la candidatura de la formula del
Partido Justicialista.
La derrota de Italo Luder, la victoria de Alfonsín y la
acusación previa del líder radicla sobre un supuesto "pacto
sindical-militar", puso en verderas opuesta desde el principio a
el conductor de la CGT y el nuevo presidente.
A ese escenario se sumó la intención de Alfonsín de de
impulsar un proyecto de reordenamiento sindical que no era ni
mas ni menos que intentar "democratizar" a los gremios con
elecciones libres pero a la vez supervisadas por el Estado.
El enfrentasmiento fue una Guerra declarada: el proyecto fue
aprobado en Diputados y cayó en el Senado --donde había mayoría
peronista-- y produjo además la caída del ministro de Trabajo
de aquel entonces, Antonio Mucci.
Este resultado provocó que el presidente radical bajara el
tenor del enfrentamiento con la CGT, pero ya era tarde. En su
primer año de gobierno Ubaldini llamó a dos paros por 24 horas
que tuvieron masiva convocatoria.
Con una escenario político muy claro, sumado a los vaivenes
de una economía inestable, el gobierno de Alfonsín soportó 13
huelgas generales y cientos de marchas a Plaza de Mayo.
Allí, Ubaldini hacía lucir su estilo muy personal. Discursos
encendidos, cargados de emotividad y casi al borde de las
lágrimas, el cervecero conquistó a sus seguidores y se llevó el
mote de "llorón y mantequita" que le puso el mismo Alfonsín.
"Llorar es un sentimiento, pero mentir es pecado", gritaba
desde la tribuna el sindicalista que ya sobre fines del gobierno
de Alfonsín quebró la pobre defensa de esa gestión.
Unido a la candidatura de Menen para la presidencia de 1989,
festejo desde el balcón del Hotel Presidente de la ciudad de
Buenos Aires, la victoria del PJ, que fue a la vez el inicio de
el fin de su estrella.
El riojano introdujo dirigentes mas afines a la CGT y comenzó
a dividir el poder de Ubaldini que como muchas de las
expresiones de lucha de los ochenta, en los noventa pasó al
ostracismo.
Intentó ser candidato a gobernador en 1991 y perdió ante
Eduardo Duhalde, y desde allí solo se dedicó a la tareas
legislativa, donde fue diputado por más de una década.
Al dejar el Congreso en 2003, comenzó a colaborar con el
actual gobierno como asesor del Ministerio de Infraestructura
que maneja Julio De Vido.
Ubaldini fue uno de los impulsores del traslado de los restos
del ex presidente Juan Domingo Perón a la quinta de San Vicente,
pero su delicado estado de salud le impidió participar del
simbólico acto, ocurrido en medio de graves incidentes el 17 de
octubre último.
Varios hábitos no cambió a pesar de dejar el primer plano de
la escena política nacional: no abandonó su gusto por fumar, su
pasión incontrolable por Huracán, el club de sus amores, y el
gusto eterno por las camperas de cuero negras, sin dudas el
mejor homenaje para su mayor referente, José Rucci.

ROB/ Publicado en la Agencia Noticias Argentina y Diario Popular el 19/11/06

miércoles, 29 de agosto de 2007

EVITA LA MUJER QUE MARCO LA HISTORIA ARGENTINA



-- La muerte de Eva Perón, de la que el 26 de julio de 2007 se cumplieron 55 años, marcó un punto de inflexión en lahistoria argentina al convertirse en ícono de la lucha social y delas mujeres dirigentes de las generaciones posteriores.

Su figura dejó atrás las polémicas y las antinomias que convirtieron a su cadáver durante 16 años en un trofeo de guerra,sin que su familia ni el resto de los argentinos supieran de su paradero.

La vida de Evita, cargada de marginalidad, de lucha por el ascenso social y sueños personales, se coronó cuando luego de casi una década de llegar a Buenos Aires conoció a Juan Domingo Perón.

Sus orígenes se remontan a Los Toldos, provincia de BuenosAires, donde nació el 7 de mayo de 1919 en el seno de una familia muy humilde comandada por su madre, que la tuvo, como a sus otros hijos, fruto de un romance escondido con un estanciero casado.

Evita llegó en 1935 a Buenos Aires con los sueños de conquistarla radio y el cine como actriz, pero su reconocimiento finalmente fue fruto de su relación con Perón.

Luego del triunfo del peronismo en las elecciones de febrero de1946, Eva se convirtió en la voz y la figura de todo un sector social que hasta ese punto de la historia estaba mudo, sin representación y olvidado a su suerte.

Desde su despacho, a través de su fundación, Evita apuntaló los grandes cambios sociales que Perón proponía desde el Gobierno nacional.

Eva no supo de grises y dejó en claro desde su pensamiento queen ese tiempo de la historia se estaba de una vereda o de la otra.

"Se es peronista o se es antiperonista", marcaba el territorio la mujer que tuvo la misma dosis de amor como de odio para el que se parara en cada uno de esos espacios definidos.

Eva se convirtió en una voz de mucho peso en el Gobierno y desde ese lugar de privilegio irritó a los hombres del Ejército-cuna de Perón-, que también apoyaba al jefe de Estado.

El momento culminante de ese choque fue la determinación del lugar de vicepresidente para las elecciones de 1952 que los dirigentes cegetistas, sus "descamisdos" y el deseo propio alimentaban contra la presión del general y de algunos dirigentes oficialistas.

Ya había logrado el voto femenino y su figura se había paseado triunfante por los mejores escenarios políticos de Europa, pero una enfermedad que estaba latente la detuvo.

El 26 de julio de 1952, a las 21:40, el locutor de laSecretaría de Información Pública leyó el histórico comunicado que informaba el "paso a la inmortalidad, a las 20.25 de la jefa espiritual de la Nación".

Tenía solamente 33 años. Evita había muerto antes, en las primeras horas de esa tarde ya su cuerpo no pudo luchar más contra el cáncer y el Gobierno decidió esperar hasta tener todo listo para dar una información oficial.

ROB (Publicado en la Agencia NA 25/07/07)

miércoles, 22 de agosto de 2007

A 35 años se sigue investigando la "Masacre de Trelew"--



--La noche del 21 de agosto de 1972, 16 guerrilleros que estaban detenidos en la base AlmiranteZar de Trelew fueron muertos en las puertas de su celdas, en unaoperación del gobierno militar de Alejandro Agustín Lanusse que fue enmascarada como un intento de fuga masiva.
A 35 años del hecho, definido como la Masacre de Trelew, la causa sigue su curso, luego de haber sido reabierta en 2005 en el juzgado federal de Rawson a cargo de Hugo Sastre.
El magistrado tomó declaración a ex soldados y conscriptos,aunque fuentes judiciales indicaron que sólo unos pocos aportarondatos importantes para el expediente.
Detalles del episodio se conocieron meses después de ese 21 de agosto cuando tres sobrevivientes de esta acción militar desestimaron la versión oficial, que de inmediato el gobierno defacto instaló en la opinión pública.
Se trató de un grupo de militantes de diferentes organizaciones armadas que estuvieron detenidos en el penal de Rawson y que una semana antes intentaron fugarse en un avión comercial y fracasaron en la operación.
Eran los años del gobierno militar del presidente Lanusse que prometía una apertura democrática sin fecha fija, en el marco deun país que se debatía en la violencia política y la esperanza de un cercano retorno de su exilio de Juan Domingo Perón.
El 15 de agosto, un primer grupo de jefes guerrilleros que incluyó a Roberto Santucho, Enrique Gorriarán Merlo, Domingo Mena, todos del ERP, junto a Fernando Vaca Narvaja (Montoneros) y Marcos Osatinsky y Roberto Quieto (ambos de FAR), lograron el objetivo de fugarse de la prisión y alcanzar un avión de línea de Austral y fugarse a Santiago de Chile.
El operativo había sido organizado por las tres organizacionesque coparon primero el avión apenas aterrizó en Rawson con hombresarmados que venían desde buenos Aires en ese vuelo.
En ese momento otro grupo ayudó a escaparse a los jefes guerrilleros del penal, quienes alcanzaron el avión y cumplimentaron con éxito la operación trasladándose a Chile dondeel gobierno socialista de Salvador Allende les dio refugio.
En cambio, el segundo grupo de 19 militantes que se escapó llegó después al aeropuerto y no alcanzó a tomar otro vuelo que, alertado por los hechos no descendió en ese lugar.
Los fugados llegaron al aeropuerto y tomaron como rehenes a un grupo de pasajeros y durante casi cuatro horas coparon el lugar e iniciaron las negociaciones con los jefes militares.
Al ver frustradas su posibilidades de conseguir otro avión para fugar, comenzaron las tratativas para una rendición y regreso al penal de Rawson, que incluyó al vicegobernador de la provincia, un juez y las cámaras televisivas de un canal local.
El capitán de corbeta Luis Emilio Sosa, a cargo del operativo, se comprometió con los guerrilleros a garantizar su seguridad y a cumplir con parte de sus exigencias.
El grupo entregó su armas y se rindió. Eran 14 hombres y cinco mujeres, entre ellas Ana Villarreal, la mujer de Santucho que estaba embarazada.
Pero los jefes de la Armada no cumplieron lo acordado y en vez de llevarlos a la cárcel de Rawson los trasladaron a la BaseAlmirante Zar de Trelew.
Los militantes, entonces, vivieron una semana de tensión que tuvo su punto culminante la noche del 21 de agosto cuando fueron retirados de sus celdas -ubicadas en el subsuelo de la base- y fusilados en ese mismo lugar.
De ellos tres sobrevivieron milagrosamente pese a sus graves heridas, María Antonia Berger, Alberto Miguel Camps y René Haidar, quienes luego fueron los responsables de contar al verdad de los hechos, aunque años después murieron en el marco de la represión ejercida por la dictadura siguiente.
La versión oficial dijo que se trató de un intento de fuga y untiroteo dentro de la base, aunque nunca se pudo explicar cómo los guerrilleros podrían haber alcanzado las armas.

--Publicado en la agencia NA/21/08/07